Don Antonio Cruz, el ícono de la música autóctona camargueña

Hoy celebramos a don Antonio Cruz, ícono de la música autóctona de Camargo, que el 20 de marzo de 2021 falleció dejando un gran legado de tradición que nunca se silenciará en las fiestas de Navidad, Año Nuevo, Reyes y de la Cruz.

Don Antonio nació 13 de junio 1937, tuvo seis (un hombre y cinco mujeres), informa su hijo Simón Fidel al destacar que su padre comenzó a trabajar desde sus 10 años en las haciendas, donde se especializó en la producción de la vid, vino y singani.

“Fue un viñetero de su corta edad, ha sido quizá de los primeros viñateros conocedores del cultivo de la vid, de las hortalizas. A su corta edad ya sabía cómo se elaboraba los vinos, los singanis”, cuenta Simón Fidel.

EN LA MÚSICA

Su hijo narra que don Antonio trabajó 50 a 60 años en la hacienda La Cabaña, de propiedad de don Ignacio Leytón y Elia de Leytón, padres de Ramiro, Jaime y Carmela. Se encargaba de la viña y de la bodega, y se volvió en un experto elaborador de vino y singani.

A su corta edad le gustaba caminar viendo cómo otros tocaban la caja y la flauta, y de pronto se volvió en un admirador de la música autóctona. Comenzó en este arte elaborado sus propias “quenitas” de caña hueca y su bombo de cuero de chivo, describe su hijo.

Después, a sus 16 o 17 años, conformó su grupo musical compuesto de dos queneros, uno que tocaba el bombo y otro el tambor, para amenizar las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

“De ahí que formaron su grupo de tocadores que animaban todas las fiestas patronales y costumbristas de Camargo, desde esa edad hasta antes que fallezca; inclusive en casa tocó para el año nuevo del 2021”, cuenta Simón Fidel.

EN LAS FIESTAS

La presencia de don Antonio para los camargueños era infaltable en las fiestas de Santa Bárbara, Concepción (8 de diciembre), Navidad, Año Nuevo y Reyes. Luego estaba en los carnavales, en las entradas de las comparsas.

“Dónde no tocaba, lo contrataban para que vaya tocando a Santa Elena, para el Señor de Quisquira, a la Virgen de Chaguaya, pero dónde no ha ido tocando con su música, su quena y su bombo”, dice su hijo.

CHARANGUERO

Otra faceta de don Antonio como músico está relacionada con el charango en la fiesta de la Cruz (3 de mayo), de la cual era un permanente animador. “Tocaba la adoración de la Cruz con su propia letra que cantaba”, recuerda Simón Fidel

Toda esta trayectoria le llevó a ser considerado como un ícono de la música autóctona camargueña a la que dedicó todas sus energías hasta tres meses antes de morir, cuando para el Año Nuevo 2021 tocó solo para su familia, un lujo que solo ellos atesoran.

“Pese a que para las fiestas sabía estar un poco delicado de salud, igual haciendo caso omiso a las recomendaciones de sus hijos, de una u otra manera, se iba a tocar porque era su vida”, dice su hijo.

EN LA VENDIMIA NACIONAL

Su hijo relata que en la memoria de los camargueños también debe quedar la participación de don Antonio con su grupo La Cabaña en los tres primeros festivales nacionales de la Vendimia, que se realizaron en Camargo.

En la primera versión obtuvieron el segundo lugar con la canción Jailalitu y en la segunda, el tercer lugar “codeándose” con grupos nacionales como Los Cantores del Valle, Los Kori Huayras y Los Payas.

LA AMAPOLA

Y en medio de este recuerdo que narra Simón Fidel aparece otro episodio que le contó su padre: la amapola, que es el entierro de bebés o angelitos en medio de música y baile, en el que también sabía estar don Antonio con su charango.

Una tradición camargueña que se practicaba hasta cuando él tenía algo más de 20 años y después fue desapareciendo poco a poco, afirma. “Contaba cómo llegaban al cementerio y en ese corredor que hasta ahora se tiene en el cementerio, allá bailaban con el muertito la Amapola”, describe.

EN LOS DESFILES

A través del relato de Simón Fidel también se conoce que don Antonio no solo se dedicaba a las fiestas costumbristas sino que también que fue parte de las primeras bandas de música que se encargaba de dar ritmo marcial en los desfiles.

“Yo recuerdo que cuando estaba en la escuela José Vicente Camargo, hasta el quinto básico, en 1969, ellos me tocaron la banda para el desfile en la Plaza 6 de Agosto con sus quenas”, cuenta su hijo

Sin embargo, su presencia musical también se trasladaba a las tardes futboleras de domingos de Camargo, allá en la cancha colorada, donde al ritmo de quenas y bombos amenizaban los partidos de fútbol interpretando cuecas y huayños.

ENTREGADO AL SEÑOR JUSTO JUEZ

Otro aspecto que destaca la familia de don Antonio, es que él era un ferviente devoto del Señor Justo Juez de Bella Vista hasta que llegó a convertirse en el amo de llaves de la capilla, de la que se encargaba de su conservación y limpieza.

LA MUERTE

Don Antonio Cruz falleció a la edad de 83 años, el 20 de marzo de 2021, de muerte natural, pues un día antes, el 19 de marzo Día del Padre, estuvo en su casa compartiendo un almuerzo con sus hijos “y al otro día amaneció, en su camita, sin vida”, dice Simón Fidel.

Con esa triste y sentida partida quedó corroborado que don Antonio es un ícono de la música autóctona de Camargo.