LES CONTAMOS CÓMO ACTUARON TRES CIUDADANOS
¿Qué evitó que el incendio de la ambulancia no fuera una desgracia mayor en Camargo?
La mañana del lunes una ambulancia del Hospital San Juan de Dios se incendió en el Barrio El Recreo de la población de Camargo, la desgracia pudo haber sido peor si tres ciudadanos no reaccionaban oportunamente en cadena con un ataque eficaz contra el fuego. De hecho, y esto también hay que destacarlo, algunos buenos camargueños se enfrentaron a las llamas con baldes de aguas, pero hubo otros que prefirieron filmar el incendio antes que combatirlo.
Unos cuantos minutos antes de las 10:00, una chispa provocó un incendio en la parte trasera de la ambulancia (extraoficialmente se conoce que un corto circuito pudo haber provocado aquello). Las llamas crecieron rápidamente y a lo lejos se divisaba un humo denso que inmediatamente trajo el recuerdo del incendio ocurrido en el campamento del Sedcam el 13 de septiembre. Una transmisión de Radio Camargo dejó evidenciado aquello cuando una señora desesperadamente pedía auxilio.
Eran las 10:01 cuando el teléfono de Aldo Gardeazabal timbró y su ahijado le comunicó que una ambulancia se estaba incendiando en el Barrio El Recreo. Gardeazabal, en ese momento, se encontraba por inmediaciones de la Casa de Justicia. Lo primero que hizo fue llamar a la Policía y montar su moto, “una viejita que todavía funciona”, cuenta. Partió raudamente y en menos de dos minutos llegó a la Engarrafadora y Distribuidora de GLP Cinti de la familia Barrera.
Allí alertó del incendio y consultó a Hernán Barrera si tenían un extinguidor, quien en su desesperación tomó uno pero, al parecer, no era demasiado grande y ordenó a su trabajador, Pedrito Rengifo, que tomara el más grande, quien sin pensarlo dos veces se montó en la parte trasera de la motocicleta de Gardeazabal y partieron hacia el lugar del incendio.
Para llegar a ese punto tardaron entre un minuto y medio a dos, estima Gardeazabal, quien dice que Rengifo antes siquiera de estacionar bien la moto, ya había desmontado y mientras corría quitó el precinto de seguridad. Inmediatamente empezó a disparar una espuma blanca contra el fuego y en apenas dos minutos y el incendio fue controlado. “El matafuego de verdad había ‘siu’ eso”, afirma Gardeazabal.
En tanto, algunos vecinos siguieron echando agua sobre la ambulancia que se había quemado toda la parte trasera de la carrocería para enfriar el incendio, pero otros camargueños siguieron filmando en vez de auxiliar.
Por suerte, no se registraon daños personales.