TRABAJÓ DURANTE TRES AÑOS EN LA FORMULA
Beimar, el culpineño que dio solución a un problema mundial de la matemática
La fórmula es buscada a nivel mundial, y es la más importante de la matemática, pues la distribución de números primos está enlazada con la hipótesis de Riemann, uno de los 7 problemas del milenio
“En una clase un estudiante me preguntó si existía una fórmula para encontrar la sucesión de números primos y en ese momento no tenía la respuesta. Sin embargo, al investigar a profundidad me he dado cuenta que la matemática estaba incompleta, faltaba una fórmula que encuentre los números primos de manera sencilla”, explica el culpineño Beimar Wilfredo López Subia.
Beimar es un estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, tiene 27 años y está cursando el décimo semestre, el último de la carrera. Entre sus recuerdos está su querido colegio “José Antonio Zampa” de Culpina, provincia Sud Cinti de Chuquisaca.
Orgulloso destaca que se ha dedicado a la matemática desde siempre, tanto que en Sucre ha dictado numerosos cursos para enseñar que la matemática no es tarea complicada.Pero la pregunta de su estudiante sobre los números primos quedó clavada en su mente y definió su rumbo. El mismo día inició una profunda investigación, así dejó de lado el estudio de su carrera por un tiempo y se dedicó a encontrar la fórmula para hallar la sucesión de números primos.
Mencionarlo de esta manera parece sencillo, pero es mucho más que eso, pues su reto estaba relacionado con confirmar la famosa hipótesis de Riemann, el problema mundial más grande de la matemática contemporánea.
Georg Friedrich Bernhard Riemann fue un matemático alemán que realizó contribuciones muy importantes al análisis y la geometría diferencial, éste mencionó la hipótesis en el año 1859 como parte de su tesis de doctorado sobre los números primos menores que una magnitud dada. En ese marco desarrolló una fórmula explícita para calcular la cantidad de números primos menores que x.
Sin embargo, como no era esencial para el propósito central de su artículo, no intentó demostrar la fórmula. Así, el problema quedó abierto desde ya hace más de 150 años.
Entre las anécdotas sobre esta hipótesis, el gran David Hilbert -matemático alemán, reconocido como uno de los más influyentes del siglo XIX y principios del XX- dijo en 1900 que si durmiera 500 años lo primero que preguntaría al despertar es si alguien había comprobado la hipótesis de Riemann.
Pero hay más. A principios de los años 30, el célebre matemático británico Godfrey Harold Hardy estaba a punto de viajar desde Dinamarca para volver a su apartamento en el Trinity College de Cambridge. Hardy temía mucho a los viajes en barco y atravesar el mar del Norte en un barco pequeño no era algo que a él le hubiera gustado.
Hardy, ateo militante que jugaba a que Dios era su enemigo personal, pensó que esa enemistad podía salvarle la vida. Así que antes de embarcar escribió una postal a su amigo matemático danés Harald August Bohr (hermano del famoso físico Niels) en esta carta escuetamente decía que había comprobado la hipótesis de Riemann y que daría los detalles al llegar.
Esa breve postal era su seguro de vida: pues creía que Dios, su íntimo enemigo, no podía permitir que el nombre de Hardy se asociara para siempre con la resolución de la misteriosa e incomprobable hipótesis de Riemann, el más célebre problema abierto de las matemáticas contemporáneas.
Así que no podía permitir que el barco en el que viajaba Hardy se hundiera. La excéntrica treta le salió bien, Hardy salvó su vida, pero no había encontrado la solución a la hipótesis.
EL GRAN DESCUBRIMIENTO
Suena increíble, pero publicaciones científicas y grandes matemáticos confirman que el boliviano Beimar Wilfredo López Subia logró dar solución a la famosa hipótesis que ha tenido sin sueño a miles de matemáticos en el mundo.
“Nadie podía creer que esto sería posible de mi persona por la magnitud de la fórmula. Todo medio de comunicación frenó el descubrimiento”, dice apenado y detalla que descubrir la fórmula le llevó tres largos años.
El último año trabajó con más persistencia que los dos anteriores y se dio cuenta que usando la función Eit (x) podía sacar resultados exactos; fue entonces cuando se facilitó su estudio. “La función Eit (x) es la clave para la exactitud de la fórmula y la facilidad de su manejo. Esta función es nueva e importante”, destaca y dice que “en la matemática todo es posible”.
Fue precisamente esa constancia y su fe ciega en la matemática, las cualidades que lo llevaron a descifrar los números primos de manera ordenada en un plano inclinado en 3D, hasta que finalmente encontró la fórmula en el año 2017.
Como respaldo asegura que matemáticos importantes de Bolivia verificaron la veracidad de su fórmula. Entre ellos Humberto Mamani, licenciado en Matemáticas, quien fue su docente; pero también lo hizo Rimer Zurita, Doctor en Matemáticas y docente en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Sumado a ello como mérito a su logro la Universidad San Francisco Xavier (USFX) de Chuquisaca le otorgó un Diploma de Honor por la elaboración del proyecto de investigación; y el artículo científico fue publicado en el año 2020 en la revista de la USFX, siendo el único en el área de matemática.
Pero Beimar también recuerda al licenciado Gilbert Flores Domínguez, quien le impulsó a continuar con la investigación cuando el rechazo existente lo había desmotivado. “Nadie podía creer sobre la fórmula”.
EL APORTE DE LA FÓRMULA
Según detalla Beimar la fórmula encuentra la cantidad de números primos menores que un número dado, de manera totalmente exacta; siendo la única fórmula a nivel mundial que puede hallar esta cantidad de manera exacta, empleando matemática sencilla.
En palabras del matemático, “la fórmula no usa factoriales y números grandes, solamente usa la función Eit(x) que es inédita, pero simple. Y eso no es todo, la fórmula descubierta puede verificar si un número es primo o compuesto, siendo capaz de encontrar la sucesión de números primos sin saltarse ningún número primo”.
Con esta fórmula se puede factorizar un número grande de manera sencilla, cosa que antes era imposible. Ésta puede facilitar la matemática en su totalidad, puede garantizar más seguridad en la criptografía y a raíz de ella sería posible descubrir nueva matemática.
EL ALCANCE
La fórmula puede encontrar la cantidad de números primos menores a un número, conociendo solo el número o puede encontrar esa cantidad entre dos números de manera exacta; el alcance es infinito, eso significa que no tiene límite.
De acuerdo a Beimar, ha sido verificada hasta 10 elevado a 25 (10.000.000.000.000.000.000.000.000), que es más que un millón de trillones; sin embargo, se ha demostrado que funcionará para cualquier número; y lo mejor de todo es que es exacta.