UNA HISTORIA DE DOS CULPINEÑAS EN LA PAZ
La madre de 52 años y la hija de 35, se profesionalizan juntas
Madre e hija recibieron su diploma de egreso de la carrera de Agronomía Técnico Superior de la Universidad Católica Boliviana (UCB) San Pablo de La Paz al mismo tiempo. Hace cuatro años soñaron juntas y así también lo lograron. La madre se llama Rosalba García, tiene 52 años y es abuela. La hija, Alejandra Hortencia Paniagua, de 32, es madre de una niña y de un niño. Ambas migraron de Culpina hacia El Alto en 1994 con toda su familia y allí se establecieron hasta hoy-
CORREO DEL SUR conversó con las dos, luego de que al mediodía de este sábado recibieran su diploma académico en un acto que se desarrolló en la sede de la UCB no solo para la carrera de Agronomía, sino para otras más.
NO ERA BACHILLER
Rosalba migró de Culpina sin haber concluido el colegio, pero sus ansias de superación la llevaron a estudiar en un colegio nocturno, antes conocido como CEMA, hasta lograr su título de bachiller. Mientras la madre cursaba la secundaria, Hortencia Alejandra ya había concluido esa etapa de su educación, pero, por diversos motivos, no pudo seguir una carrera profesional.
Sin embargo, ambas, sin asistir todavía a la universidad, empezaron a involucrarse en proyectos de promoción de la seguridad alimentaria y la agricultura urbana a través de las carpas solares, con programas financiados por la Cooperación Japonesa, entre otros. Fue de esta experiencia que les nació la oportunidad de estudiar Agronomía en la UCB, con el Centro de Formación y Capacitación para la Participación Ciudadana (Focapaci) de la Iglesia católica, que corrió en parte con los gastos de la universidad.
Rosalba y Hortencia Alejandra fueron parte del mismo curso y no se separaron nunca. Juntas resolvieron las tareas, no sin que saliera a flote sus diferentes que, en más de una vez, las llevó a tener discusiones apasionados. Pero, al final del día, siempre encontraban un punto de equilibrio para responder a las exigencias de los docentes, comenta la hija.
La madre y, además, abuela, dice por su parte que está “feliz, contenta porque es un triunfo. Es un triunfo para mí y para mi hija, y para que sigan el ejemplo mis nietos”. Rosalba es mamá de tres hijos y tiene cuatro nietos.
Ella cuenta que, a un principio, cuando empezó a estudiar la carrera de Agronomía, sintió mucho temor, pero el hecho de tener tan cerca a su hija la ayudó mucha. Por eso, resume su experiencia así: “juntas hemos logrado salir adelante, nos hemos ayudado”.