GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN LA REGIÓN DE LOS CINTIS
Fermín Baca, sacerdote cinteño que luchó por la libertad junto al pueblo
Oriundo de Cinti, clérigo que se alisto en las filas del ejército de la patria, solidario con las clases humildes; desde el púlpito siempre estuvo en defensa de los desposeídos.
Iniciada la campaña libertaria, pese a su condición de sacerdote, no dudo un instante adscribirse a las filas del valiente potosino don Vicente Camargo; participó en varios combates y siempre demostró valor y lealtad a la causa. Hoy gracias a documentos primarios que existen en nuestras bibliotecas, conocemos algunos pasajes de su existencia en la campaña libertaria.
Corría el año de 1814 y en fecha 13 de octubre, se sucedieron combates en los cerros de Pastiti y Quisquira en donde los patriotas con sus valerosos “Tatitos” daban muestras de su perseverancia, procurando diezmar con gigantes galgas que echaban a rodar sobre el enemigo. Al respecto el general Pezuela en sus memorias mencionaba:
“Subió la tropa a las elevaciones inmediatas a pesar del fuego que recibían, y de la nube de grandes piedras que rodando les arrogaban, fue arrojado de todas sus posiciones con pérdida considerable y reunidos en la más fuerte y elevada con los caudillos Camargo, Olivera y Berdeja, más un clérigo llamado Baca que les fabricaba la pólvora”. (ABNB. Memorias del general Pezuela. octubre de 1814. Pág. 88)
En fecha 16 de octubre de 1814, desde el cuartel general de San Lucas, el comandante José Ignacio Zárate, envía un parte a don Fermín Baca instruyéndole que “En su virtud se mantendrá que tengo ordenado, sin avanzarse más. Digo se mantendrá en el punto de Pototaca”. (ABNB. AR. Sala VII. Caja 12. Documento 877).
En los primeros días de enero de 1815, el comandante español coronel Jauregui, hacia conocer los acontecimientos que se dieron en cercanías a la hacienda de San Pedro sobre el Río Chico “Por declaraciones de varios vecinos que los vieron en inmediaciones en retirada, es positivo que Camargo y Fermín Baca van malheridos entre los miserables que conducían”. (ABNB. PZ. 1.14_1-3. D.1.14.2. 2.PDF)
En 1816 el presbítero José Esquivel de Alcalá, acusado de ser favorable a los insurgentes, asumió su defensa negando dichos cargos. Al contrario, protestaba que había otros sacerdotes que recibían favores de los comandantes patriotas y mencionaba al presbítero Fermín Baca.
“El público y escandaloso hecho del pérfido Baca capitán del caudillo Camargo, quien habiéndose denunciado por si propio, haber incurrido en la irregularidad de homicidio voluntario, por echar en tierra muchos tablas que así llamaba a los soldados del rey, con tiros de fusil, se le habilito con consejo y dictamen del V. Dean (eligible) y en vez de penitenciarlo según previenen los sagrados cánones, se le premio con el curato de Aymaya en la provincia de Chayanta, por solo este atropellamiento que hicieron por recomendación de Rondeau, se hallan no solo irregularidades y suspensos, sino también excomulgados, véanse los sagrados cánones, y las sanciones. (ABNB. EM-255. 1816)
El clérigo Baca que le tocó vivir en tiempos de la insurgencia, seguramente asumió con mucha reflexión el compromiso para con la patria, llevándole consiguientemente a ser parte de lo que implicaba una guerra sin cuartel.
El año de 1816, para los patriotas fue de enormes pérdidas humanas, Padilla en el sector de Tomina, Camargo en Cinti. Grande fue la preocupación de los que quedaban para conformar los nuevos comandos y, desde el norte argentino el comandante Güemes trataba de subsanar esos vacíos. El general Belgrano, había propuesto varios nombres y en respuesta Güemes señalaba, que para el sector de Cinti tomaba la decisión más conveniente.
“Al punto de Santa Elena, en virtud de lo que vuestra excelencia me insinúa sobre el sargento mayor don Juan Manuel Gutiérrez, había pensado se dirigiese a él, para que tomase el mando de aquella provincia, pero sujetos de juicio y concepto, me aseguran que el anunciado Gutiérrez no tiene menor opinión entre los indios, y más de esto es muy cobarde, defectos capitales para el lleno de esta comisión; por lo que he determinado pase al citado punto el sargento mayor Antolín Campero con el mismo objeto, y he nombrado de su segundo al capitán don Fermín Baca, quien por el ascendiente y muchos conocimientos que tiene en aquellos lugares, cooperará a que se terminen las desavenencias que reinan entre los partidos que circundan aquella provincia. Humahuaca, 3 de noviembre de 1816. (U:S:F:X:CH: BD. Biblioteca de mayo. Tomo XV. Pág. 13527)
A fines del año de 1816, en cercanías a la Villa de Tarija, se libraron varios combates y la principal fue del valle de Concepción. En el parte de guerra del comandante Uriondo al general Martin de Güemes, señalaba:
[…] y para que el nombre de estos valientes defensores de la patria no quede en silencio, incluyo a vuestra señoría una lista de todos sus nombres, para que trate de premiar a estos valientes soldados porque son acreedores de ello. Villa de Tarija, 15 de noviembre de 1816. (U:S:F:X:CH: Biblioteca de mayo. Tomo XV. Pág. 13542).
Son varios los soldados que se registran en el listado, y entre ellos se encuentra el capitán don Fermín Baca.
Así, brevemente encontramos en documentación referida a don Fermín Baca, combatiente en la guerra de la independencia. De su vida, como vecino de Cinti no se encontró referencia alguna, suponemos que como clérigo estuvo al frente de una iglesia y como parroquiano tuvo sus ancestros, hermanos y parientes. ¡HONOR Y GLORIA A ESTE VALIENTE CINTEÑO!