EN LA POBLACIÓN DE VILLA CHARCAS
Todos Santos de jinetes y baile de ruedas al ritmo de coplas, caja y quena
Todos Santos en los municipios de la región de los Cintis tiene particularidades que diferencian a unos de otros; hoy le contamos cómo se celebra la festividad religiosa en Villa Charcas.
La conmemoración empieza el 1 de noviembre, al mediodía con el “parado” de la tumba con la participación de la familia y amistades. Luego siguen velando la tumba durante la tarde y gran parte de la noche en medio de conversaciones, chicha, coca y otras bebidas, cuenta el alcalde de ese municipio Juan Rodríguez.
El 2, después de mediodía, la gente suele concentrarse en el cementerio donde familias que tienen almas nuevas, principalmente, adornan las tumbas a la espera de que rece la gente, que a cambio recibe, chicha, coca y coctel. Allí la gente también permanece gran parte de la noche.
Al día siguiente, el 3, familiares de las almas nuevas reciben a los visitantes a partir del mediodía que es cuando de almuerzo se invita sopa, picante de pollo y asado de chancho. También se retribuye la visita con masas, dice Rodríguez.
A media tarde levantan la tumba y después todos salen al “Crucero” (espacio amplio al aire libre) donde van a quemar ropa del difunto y donde se concentran los jinetes montados en sus caballos y cantan sus coplas. Las mujeres al ritmo de la caja y la quena bailan en rueda batiendo banderas blancas.
En tanto transcurre aquello, la familia del difunto invita chicha y otras bebidas alcohólicas hasta casi finalizada la tarde. Luego, nuevamente regresan a la casa y allí, como signo de gratitud, los dolientes entregan t’inkas (chicha, tortas y masas) a quienes brindaron su ayuda en los momentos de dolor. El encuentro sigue hasta altas horas de la noche, rememora el Alcalde de Villa Charcas.