Se fue don “Villar”, el hombre del dedal y de la puntada fina
Culpina
Se fue don “Villar”. Así le llamaban a don Alberto Villalpando Dávalos, el hombre que muy joven se hizo sastre formándose en Buenos Aires, apasionado del fútbol, devorador de cuanta hoja con letras pasaba por sus manos y meticuloso conversador mientras daba finas puntadas a sus telas para transformarlas en pantalón o elegantes sacos.